A más pobreza, mayor abstención. A menor nivel educativo, mayor abstención. A más desinformación, mayor abstención. Y estos datos explican el porqué de esa estrategia de la crispación que siempre sigue la derecha
Los datos confirman que Vox no ha crecido en los barrios populares a costa de la izquierda, sino quedándose a esos votantes de pocos ingresos que ya antes votaban a la derecha: al PP o a Ciudadanos
"Claro que hay lucha de clases", decía el multimillonario y filántropo Warren Buffet. "Pero es la mía, la de los ricos, la que está haciendo esa lucha, y vamos ganando". Recuerdo esta frase, una de las más acertadas de nuestro tiempo, mientras repaso este excepcional reportaje de datos de nuestro compañero Raúl Sánchez, que desvela al detalle la estructura política de las clases sociales en España: a quién votan los ricos... y los pobres.
Los gráficos son bastante claros, y también indiscutibles. No salen de ninguna encuesta ni estimación. Es el fruto de cruzar dos gigantescas y exactas bases de datos: el resultado electoral del 10 de noviembre en 34.000 colegios censales de España –aquí se pueden ver calle a calle– y la renta que declaran en el IRPF los vecinos de esos mismos barrios y pueblos de España, calle a calle.
El resultado es espectacular, y muestra muy claramente la estructura de los partidos, sus apoyos, debilidades y fortalezas. También cómo funciona la política y qué papel cumple cada ideología en la lucha de clases: en ese conflicto de intereses entre los ricos y los pobres, que es real desde que existe el ser humano, por mucho que algunos lo nieguen.
La izquierda es mayoritaria salvo en el 10% más rico
Promedio de voto de cada bloque en las elecciones del 10N en cada percentil de renta. Datos provenientes de las declaraciones de IRPF de 34.000 secciones censales de toda España
1. Los ricos tienen más claro quién les defiende en las urnas. Por eso la fuerza de la derecha en el 10% de la población con más renta es muy superior al que tiene la izquierda entre el 10% más desfavorecido.
2. El 1% más rico de España vota masivamente (75%) a la derecha. Sin embargo, ese resultado es engañoso, porque la base de datos del INE tiene un tope y no permite profundizar con el detalle suficiente para saber qué votan los multimillonarios. Esos que –no solo con su voto– influyen en la vida pública y política.
En ese 1% se agrupan todos los hogares con más de 70.000 euros de ingresos anuales y el INE no da datos por encima de 89.015 euros por hogar, que es lo que ingresa de media el 0,5% más privilegiado. Es mucho dinero, pero los verdaderos ricos ganan bastante más que eso.
3. Este mapa por barrios da alguna pista sobre qué votan los millonarios. En La Moraleja –una de las urbanizaciones más exclusivas de Madrid, donde están las mansiones de muchas grandes fortunas–, la derecha sumó el 92,8% de los votos. El PP fue, de largo, el más votado.
4. El PSOE sigue siendo el gran partido de las clases desfavorecidas. Mucho más que Unidas Podemos que –como ha teorizado en varias ocasiones Alberto Garzón– tiene más fuerza entre clases medias urbanas que entre las rentas más bajas.
El 1% más rico vota PP y el 1% más pobre va con el PSOE
Datos provenientes de las declaraciones de IRPF de 34.000 secciones censales de toda España
Fuente: INE, Ministerio de Interior
5. Los datos de Vox son especialmente llamativos. El partido de extrema derecha consigue sus mejores resultados entre los más ricos, pero también entre los más pobres. Los datos confirman también que Vox no ha crecido en esos barrios populares a costa de la izquierda, sino quedándose a esos votantes de pocos ingresos que ya antes elegían a la derecha, al PP o a Ciudadanos.
6. Es posible que, más adelante, la extrema derecha logre en España lo que ha conseguido el Frente Nacional en Francia: robar a la izquierda los votantes que ahora tiene en la clase obrera. Es su estrategia pero, por ahora, no ha pasado.
7.Por autonomías, la mayor anomalía es Galicia. En este feudo histórico del PP, donde Vox es casi irrelevante, las clases sociales se invierten. Los pobres votan a la derecha y las clases medias-altas, a la izquierda. ¿La razón? Que la fuerza del PP de Galicia está en los pueblos, con menos renta, mientras que la izquierda gana en las urbes. La derecha solo gobierna una de las siete grandes ciudades gallegas: Ourense.
El PP en Galicia es el más votado en las zonas de menor renta
Promedio de voto de cada partido en las elecciones del 10N en cada percentil de renta, en grupos de 5. Cada número representa a un 5% de las secciones censales ordenadas por renta: el percentil 0 es el más pobre y el 95 es el más rico
Es fruto, entre otras razones, de un sistema clientelar que aún perdura, transformado en esa versión conservadora del populismo que inventó Manuel Fraga. Algo similar, aunque no tan acusado, ocurre en Castilla y León.
8. La izquierda es claramente mayoritaria en todas las clases sociales en España, salvo en el 10% más rico. Y si la izquierda no barre siempre en las urnas es por otro motivo: porque la abstención es muchísimo mayor entre los pobres que entre los ricos. Que la izquierda es más abstencionista no es ningún mito: es una evidencia científica.
El 1% más pobre se abstiene más del doble que el el 1% más rico
Porcentaje de abstención en las elecciones del 10N en cada percentil de renta. Datos provenientes de las declaraciones de IRPF de 34.000 secciones censales de toda España
La abstención entre el 1% más pobre fue del 51%. Votaron menos de la mitad.
La abstención del 1% más rico fue de solo el 19,2%. Fueron los que más votaron.
9. A más pobreza, mayor abstención. A menor nivel educativo, mayor abstención. A más desinformación, mayor abstención. Y estos factores explican el porqué de esa estrategia que siempre sigue la derecha: la de la crispación, que analizaba en mi artículo de este miércoles. Es la manera más eficaz de que la izquierda no vote. Solo así puede ganar esta derecha.
10. Solo con la manipulación informativa, embarrando el campo de juego de la política, se puede lograr que tantas personas de los barrios más pobres se queden en casa. O que voten a quienes quieren recortar aún más sus oportunidades.
Una sociedad mal informada debilita la democracia
fuente:el diario.es
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