martes, 8 de mayo de 2018

CIUDAD DEL JUGUETE











..por muchas razones,ya iré posteando varias,la primera y de las mas guays es por la marca de miniaturas (entre otras cosas) Schuco...sensacionales coches,la linea Piccolo para volverse loco,encontramos una de las tiendas que abandera la firma,justo en una de las entradas a la zona amurallada....maravillosa,el amable dueño nos puso solo una ega,el tema de las fotos,por eso las hicimos desde la calle,la tienda? una locura....fui un par de veces y me quedarían miles de cosas que ver...pero disfrutamos de lo lindo..por supuesto que nos llevamos un item..no hacerlo sería imperdonable


un poco de historia:

"Schuco es, para muchos coleccionistas de miniaturas a escala 1/43, una de las mejores compañías que han existido hasta la fecha, siendo también el prototipo de la precisión que tanto ha caracterizado las miniaturas alemanas, compitiendo en calidad con las mejores firmas británicas e italianas.

La historia de esta firma se inicia en la ciudad de Núremberg durante el transcurso de 1912, año en que Heinrich Müller (no confundir con un criminal nazi llamado igual) y el empresario Heinrich Schreyer se asocian fundando una juguetera denominada "Spielzeugfirma Schreyer & Co". Entre otros oficios Schreyer había trabajado en el mundo de los juguetes, concretamente en una compañía llamada Bing y Müller era un joven de solamente diecisiete años aunque con una portentosa imaginación a la hora de concebir juguetes.

Uno de los primeros productos que la compañía produjo fueron relojes de juguete con mecanismo, aunque desafortunadamente la producción sufriría una pausa forzosa debido al estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914. Ese año ambos socios fueron reclutados para servir al ejército alemán.

Afortunadamente los dos socios sobrevivieron a ese conflicto bélico, aunque a su regreso en 1918 Schreyer decide abandonar la compañía considerando que no existía futuro alguno para una juguetera como aquella. Razones para pensar eso no le faltaban, pues al término de esa masacre Alemania se había convertido en un país extremadamente empobrecido y sumergido en una grave crisis económico-social que culminaría en otro conflicto bélico mundial de mayores proporciones.

Como socio capitalista a Schreyer lo sustituyó Adolf Kahn, coincidiendo con este cambio el traslado de la fábrica a unas instalaciones más capaces, aunque ello no significó un abandono de la ciudad de Núremberg, uno de los puntos neurálgicos del juguete en Europa. Por otra parte, ya en 1921 el nombre de la compañía se transforma en el definitivo Schuco, cuyo nombre es una contracción del apellido Schreyer (SCH), und (U) y corporation (CO).

Durante esa misma década nacería uno de los juguetes más conocidos de la marca: el pájaro Pick-Pick. Dicho juguete, del cual dicho de paso se vendieron más de veinte millones de unidades hasta la década de los sesenta, consistió en la imitación de un pájaro que picoteaba continuamente el suelo gracias a la incorporación de un mecanismo de cuerda. A pesar que las primeras versiones de este juguete eran algo toscas, recubriéndose la carcasa con una tela aterciopelada, posteriormente se realizaron versiones con una apariencia muy real. Ya en las postrerías de la década de los felices veinte, concretamente en 1929, la compañía nuevamente se ve con la necesidad de trasladar sus instalaciones a otro edificio más capaz aunque tampoco se abandonaría la ciudad que la vio nacer.

En 1938 apareció "telesteering car 3000", un pequeño coche de juguete realizado en latón, animado con un motor de cuerda y "teledirigido" a través de un pequeño volante conectado al la carcasa mediante alambres, el cual causó sensación precisamente gracias a su imaginativa maquinaria. A comentar que este modelo, al igual que muchos otros que Schuco fabricó en aquellos años no se consideran reproducciones, pues aunque inspirados en la producción automovilística de la época no representaban a ningún modelo en concreto. Por tanto, de momento no podrían definirse estas referencias como las precursoras de las miniaturas que años después caracterizarían la compañía.

Por aquel entonces la compañía protagonista de este artículo ya contaba con un centenar de empelados y Müller se estaba en su mejor momento inspirativo creando nuevos y sorprendentes juguetes, registrando hasta el final de su vida ni más ni menos que mil patentes a su nombre. Aparte de los mencionados anteriormente, otro de sus sistemas más ingeniosos y reconocidos fue uno que evitaba que el coche con motor de cuerda cayese de la superficie en la cual corría (como por ejemplo una mesa). Aunque este sistema se popularizó mundialmente en los años sesenta gracias a jugueteras japonesas, no hay que olvidar que el sistema procedía de la marca alemana y de la prolífica mente de Müller.

No obstante, en esos mismos años treinta Adolf Kahn, quien era de origen judío, se vio obligado a abandonar Alemania tras la llegada de Hitler al poder, trasladándose primero a Inglaterra y reuniéndose con su hijo en Nueva York, aunque no abandonó nunca la estrecha relación que lo unía con el propietario de Schuco. Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial la juguetera nuevamente paró su producción para reiniciar su actividad una vez terminado el conflicto bélico. En esta nueva etapa, la alemana se centró de forma exclusiva en el mercado norteamericano, siendo ello posible gracias a Kahn y su hijo Eric, los cuales establecidos en Estados Unidos se convirtieron en importadores de Schuco tanto para ese mercado como para el canadiense.

La implantación del plástico en los productos llegó relativamente tarde, concretamente a finales de los cincuenta. Paralelamente la firma también empezó a trabajar con el metal fundido, utilizando ambos materiales a la hora de fabricar coches de juguete a muy variadas escalas, desde la pequeña H0 hasta reproducciones de unos treinta centímetros de longitud. La primera línea de miniaturas Die-Cast nació en 1958 con la línea "Piccolo", formada por una colección de coches a escala 1:90, realizándose un total de cien modelos diferentes. Añadir que ese mismo año fallecería Müller aunque su hijo Werner se hizo cargo de la compañía junto a Alexander Girz.

En 1960 apareció la serie 1000 la cual estaba formada por modelos a escala 1:43. Asimismo, en esa misma escala apareció la serie 600 entre los años 1971 y 1972. Las reproducciones aparecidas en dichas colecciones fueron francamente afortunadas, con un gran nivel de detallismo y una proporción prácticamente exacta a la de los vehículos reales, incluyéndose por regla general la apertura de todas las puertas y capós. Aparte, su fina pintura hacia de esas miniaturas unas piezas muy elegantes y claramente superiores a las realizadas por las británicas Dinky Toys o Corgi, algo que tenía un mérito notable. También en esa misma época nació la serie 300, cuyas reproducciones realizadas a escala 1:66 compitieron directamente con los Matchbox. Por cierto, al igual que la francesa Solido, Schuco tampoco emplearía piedras brillantes a la hora de reproducir los faros delanteros y los pilotos traseros de sus miniaturas.

No obstante, justo cuando Schuco estaba en su máximo esplendor, tanto en lo que refiere a juguetes como a miniaturas, hicieron acto de presencia los problemas financieros, básicamente provocados por la imposibilidad de plantar cara a los productos japoneses. Finalmente en el año 1976 la compañía se declaró en fallida, momento en que el grupo de origen británico Dunbee-Combex-Marx aprovechó para adquirir los activos de la alemana. Desgraciadamente, dicho grupo se declaró en fallida en 1980, vendiéndose tanto la maquinaria como los moldes de las miniaturas a una buena cantidad de compañías de todo el mundo. Increíblemente, los moldes que no se pudieron vender fueron literalmente tirados a la basura, perdiéndose para siempre un material que todavía podía aprovecharse durante varios años más.

Gamma, la que fue máxima rival en su momento de nuestra protagonista adquirió los derechos de explotación de sus miniaturas, comercializando antiguos modelos de Schuco sin siquiera preocuparse en cambiar la base de estos, apareciendo las nuevas versiones con las siglas de la anterior marca. En cuanto al mercado norteamericano, los modelso Schuco fueron comercializados en los Estados Unidos a través de "Lilliput Motor Company", una compañía con sede en el estado de Nevada.

En 1993, el combinado Schuco-Gamma se fusiona con Trix, la cual estaba especializada en la fabricación de trenes a escala N y previamente asociada con Märklin. No obstante, solamente tres años después Schuco se independiza de ambas compañías, momento a partir del cual produce nuevos modelos aunque sin abandonar los antiguos, experimentándose a su vez un importante resurgimiento de la marca. Los coleccionistas no habían olvidado los años dorados de la compañía y se mostraron ilusionados con esa nueva etapa.

Pero la compañía experimentaría de nuevo un cambio de propietarios, pues en 1999 la familia Mangold se retira de la industria juguetera vendiendo todos sus activos al grupo Simba. Por su parte, Smoby, otra de las grandes socias de este grupo, había adquirido las francesas Majorette y Solido. Schuco, actuando con independencia de su pertenencia en el grupo empresarial y con unas cuentas saneadas decidió adquirir Schabak en el 2009.

Actualmente Schuco ha adquirido una nueva dimensión, ampliándose la oferta de sus productos y produciendo miniaturas enfocadas tanto para jóvenes como coleccionistas nostálgicos (incluyendo algunos modelos de la colección Piccolo así como reproducciones clásicas a escala 1:43), ofertando una gran diversidad de líneas y colecciones, produciendo vehículos de todas clases y en muy variadas escalas. Desde maquinaria agrícola hasta vehículos deportivos pasando por motocicletas. Aparte, dentro de su oferta actual también se incluye una línea de aviones a escala, la cual se comercializa bajo la marca Schabak."

fuente:rosaspage.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario