sábado, 19 de marzo de 2016

..el arbol de la vida en el campo de la muerte..

"El miércoles 27 de septiembre de 1827, Johann Wolfgang von Goethe y su amigo Johann Peter Eckermann salieron temprano de la ciudad de Weimar y caminaron rumbo a la colina Ettersberg. A las ocho de la mañana, cuando el sol despuntaba entre los árboles dorados del otoño, los dos alcanzaron la colina y decidieron desayunar al aire libre, a orillas del río Ilm. A sus setenta y siete años de edad, Goethe admiraba los frutos extraños, los gorriones y los mosquitos diminutos en el follaje. Eckermann, el autor de Conversaciones con Goethe, le explicó al poeta la conducta de los gorriones y los mosquitos, describió sus géneros y sus diferentes relaciones. Al poco rato Goethe llevó a Eckermann rumbo al bosque: quiero enseñarle el roble donde Schiller y yo grabamos hace cincuenta años nuestros nombres. Todo se ha transformado, el follaje creció con una fuerza insospechada. Aquí está el árbol, como puede usted ver es deslumbrante. Nuestros nombres todavía se distinguen sobre su corteza.Un siglo después todo había cambiado. Hacia 1937, la dictadura del Tercer Reich estableció en la colina de Ettersberg uno de sus campos de concentración. En el mismo lugar donde Goethe y Eckermann conversaban, el alto mando de los SS decidió levantar el campo de Buchenwald para prisioneros políticos, uno más de los campos en el archipiélago del terror de los nazis....

"En el centro del campo hay un árbol muy viejo que entonces quedaba cerca de las cocinas. Se trata del roble bajo el cual la tradición cuenta que descansaba Goethe. Los nazis lo respetaron y ordenaron que se fusilara a los prisioneros lejos del árbol. "

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